Capítulo 17: día tres del confinamiento

こんにちは!

Día tres de este confinamiento. Hoy ha sido más curioso que los dos anteriores: HE SALIDO A LA CALLE. 
Sí sí, como bien leéis, he salido de casa. He ido al Mercadona, vale. Y han sido veinte minutos como mucho. Pero oye, nunca pensé que eso fuera a motivarme tanto. Ha sido mi guilty pleasure del día.

Ya os podéis imaginar a una chica de 21 años, con el chandal reglamentario, las ojeras (no estoy durmiendo muy bien estos días), las bambas (he tenido la decencia de no ir con las de casa) y el abrigo.  Y los guantes, por supuesto. 
Básicamente me los he puesto porque hace dos días, cuando fui con mi madre a comprar algunas cosillas, me fijé que prácticamente nos pasamos el rato tocando cosas: el botón del ascensor, la puerta a la calle, los productos en el super... Y es triste decir que haya tenido que venir una pandemia mundial que nos haya enseñado a mejorar nuestra pésima higiene (en general, que muchos somos muy limpios jajaja).

Pues bien, he salido con mis pintas a la calle (que digo total, no me va a ver nadie) y me he fijado en algunos balcones: carteles de ánimo, con el hastag #joemquedoacasa, cánticos a la recuperación... Me ha parecido tan bonito, que no sé si es por los días que llevo en casa encerrada o qué, que me he emocionado.

Tot anirà bé

Yo me quedo en casa y gracias por ti, por los que cuidan  al os enfermos, por los que trabajan para que tú te quedes en casa

Todo va a salir bien, hecho por Pedro.

Una vez en el Mercadona, con el paquete de pan de molde y la leche sin lactosa (porque la normal me sienta fatal, todo sea dicho), me he fijado que en el suelo habían las rallas para separar con un metro de distancia a las personas. Todos en fila india, separados el uno del otro: mascarillas más o menos aparatosas, guantes, ojos de cansancio, tristes, preocupados... 
Y los trabajadores llevaban guantes y mascarillas. Al preguntarle al Miguel, uno de los chicos que trabaja allí en cajas, le digo qué, días difíciles, ¿verdad?. Y, sorprendentemente me dice con una sonrisa (que podía intuir por como ha entrecerrado los ojos, ya que la mascarilla la tapaba) ¡ahora mucho mejor! La semana pasada fue una locura pero ya parece que todos hemos dejado un rato la histeria. 

Fuera coñas, me ha parecido un escenario bastante apocalíptico y creo que (todo puede ser) van a salir muchas novelas a lo largo de este año sobre el tema.
Al menos, yo ya he empezado a plantear una.

Gracias por un día más. Hasta mañana,
B.

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