El machismo sigue siendo un problema con el que convivimos las mujeres diáriamente. Algo por lo que muchos alegan que ya está "extinto", es el motivo de lucha de muchas y muchos en el día a día. No hace falta remarcar que me siento feminista y muy orgullosa de serlo. De luchar por todas las que alguna vez nos hemos sentido excluidas o impuestas en un papel por culpa de la sociedad. Veces en las que hemos sentido que por el simple hecho de ser mujeres, nuestro trabajo se ha visto despreciado. O por todos los comentarios despectivos o referentes a nuestro físico que ni procedían ni nos hacían sentir bien; al contrario.
"La bretxa salarial, la diferència entre els salaris d’homes i dones, actualment és d’un 23% a Catalunya, segons dades de l’Observatori de la Igualtat de Gènere. Segons el Fòrum Econòmic Mundial , encara falten 257 anys per arribar a una igualtat salarial real entre homes i dones a escala global. A Catalunya, s’estima que es podria aconseguir aquest objectiu el 2091" - La brecha salarial, la diferencia entre el salario de hombres y mujeres, actualmente es de un 23% en Cataluña, según datos del Observatorio de la Igualdad de Género. Según el Forum Económico Mundial, aún faltan 257 años para llegar a esa igualdad salarial real entre hombres y mujeres a escala real. En Cataluña, aproximadamente, se podría conseguir este objetivo en 2091.
Es por eso y mucho más que cuando mi amiga Laura me propuso ir a ver la exposición de Natza Farré "Feminista havies de ser" en el Palau Robert en Barcelona, no dudé en decir que sí. Antes que nada, me gustaría destacar lo bien adaptado que está este espacio con las medidas sanitarias a causa de la pandemia. El sector cultural ha hecho, como muchos otros sectores, un esfuerzo enorme para poder continuar abiertos al público protegiendo a sus visitantes, con aforo reducido, cita previa y mucha limpieza.
Esta exposición, a demás de enseñar explícitamente las típicas frases que hemos escuchado a lo largo de nuestra vida, desmonta el speech del machismo actual, sean con el tema de las "denuncias falsas" el "ni machismo ni feminismo", etc. Muestra también que para cambiar este paradigma y dar la vuelta definitiva al tema, hombres y mujeres tienen que concienciarse y compartir la lucha. Hacerla conjunta, no un enfrentamiento. También muestra una parte más positiva, con los cambios que han habido a lo largo de los años y que aportan esa luz de esperanza hacia lo que ansiamos convertirnos.
Os dejo unas cuantas fotos, no muchas, para animaros a visitar la exposición y aportar vuestro granito de arena. Tenéis hasta el día 3 de diciembre para verla y ampliar un poco los horizontes. Sin duda, saldréis con muchas ideas más en la cabeza, con respuestas a preguntas y, sobre todo, con muchísimas más preguntas y ganas de aportar. Es un auténtico regalo poder disfrutar de una exposición así después del tiempo que llevaba sin "consumir" cultura; y más siendo de un tema tan importante en mi vida como es el feminismo.
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