Capítulo 34: #Yotambiénvoyalmedico

 Hoy quería escribir sobre la polémica que ha empezado de la mano de nuestros políticos, cuando un “¡Vete al médico!” por parte de un diputado ha interrumpido un mensaje sobre el estado emocional de la ciudadanía con la crisis de la pandemia. Y me ha inspirado a esto.

Voy al psicólogo desde hace aproximadamente 8 meses, pero necesitaba ayuda desde hacía bastante más tiempo. La ansiedad golpeó mi vida hace años e hice como la mayoría, ir pasando los días, unos más buenos y otros más malos: continuar y ya está. Y no está bien. Supongo que el estigma de ir o no al psicólogo/psiquiatra me decantó, pese que soy una persona que no hago mucho caso a lo que piense la gente. Pero en esto supongo que, en el fondo de mi ser, si hacía caso. ¿Por qué voy a ir al psicólogo? Tampoco creo que sea para tanto, hay gente que seguramente está peor que yo. Paso. Eso, en definitiva, es algo que muchos y muchas pensamos cuando la idea nos aborda la mente. Pero cuando van pasando los meses y te vas cayendo, deprimiendo, encogiéndote como un pequeño insecto; Cuando las sonrisas falsas ya no se pueden fingir, no te apetece hacer nada y esto te repercute en tus relaciones con los demás, cuidado. Hasta ese punto, al menos yo, aguanté hasta que decidí que tal vez sí necesitaba ayuda. 

Nos duele el pie y vamos al traumatólogo. Decir que te has lesionado en una conversación es “normal” (aka llamando “socialmente aceptado”). Ir al dermatólogo porque te salen muchos granos en la piel y te afecta también. ¿Y por qué querer cuidar de la salud mental está tan mal visto? ¿De verdad hay gente que se piensa lo que ve en las películas?


Ir al psicólogo, psicóloga en mi caso, me ha cambiado la vida. Siento que poco a poco vuelvo a ser la misma, vuelvo a tener seguridad en mí misma, “espanto” los fantasmas y vivo más en mi día a día. Eso sí, que no os engañen: es un proceso largo y tedioso, en el que vas a pelearte con lo que más odias. Pero valdrá la pena, estoy convencida.

Así que señor diputado, personas de mente cerrada parecida y todo aquél que juzga a quién va y a quién no va, diciendo palabras como “¿vas al loquero?, “anda vete al psicólogo porque tela” y derivados… Iros a tomar por culo. Porque sí, tal vez lo hayáis dicho en broma o con una connotación que no iba por ahí. Pero ¿sabéis realmente el daño que hacéis diciendo este tipo de cosas? Con la salud mental no se juega. Con los suicidios no se juega. Con las depresiones no se juega. Con nada relacionado NO SE JUEGA.

Y punto pelota, hombre.

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